Antídoto 43

A Jiang Yuduo usualmente no le gustaba ir a bares, a sus subordinados les gustaba ir, y él iba dos o tres veces cuando lo invitaban. 

La música era demasiado alta, las luces demasiado destellantes, había demasiada gente, el licor no sabía bien y el cerebro le dolía cuando salía. 

Todos pensaban que sencillamente no le gustaba el ambiente. Nadie sabía que semejante casos lo ponía nervioso, y en muchos casos activaba ciertos segmentos de su memoria. 

Aunque no era igual, no sabía cuándo existiría un lugar, un detalle o incluso un destello de luz o sombra que lo alterara. 

Jiang Yuduo bajó el borde de su gorro, miró el sello en su mano y caminó detrás de Chen Qing. 

Tras cruzar la puerta, vio a dos chicas paradas a un lado, hablando por teléfono. Se asombró. Parecía que no todos eran hombres… ¿eran chicas? ¿O eran como el jefe de la florería?… Oh, escuchó la voz, de verdad eran chicas… 

El bar era bastante grande. Jiang Yuduo fue a dejar la chaqueta al guardarropa y prestó atención para evaluar claramente el terreno con solo unas cuantas miradas. 

Había dos pisos. Había un corredor que conducía al baño y al otro lado de la pista de baile estaba la barra… A esta hora el bar estaba abarrotado de gente. En la pista de baile había mucha gente, también frente a la barra. Y el resto estaban parados o desplazándose por el lugar, y ocultaban las mesas. 

—¡Joder! ¡San Ge! — Chen Qing giró la cabeza y le gritó después de entrar, con la conmoción pintada en la cara. 

Antes que Jiang Yuduo pudiera descubrir por qué estaba tan alterado, sintió que una mano le tocaba la cintura y cuando estaba a punto de tocarle el trasero, la atrapó. 

Giró la cabeza para encontrar a un hombre de cuarenta y tantos, que al verlo girar la cabeza, le sonrió. 

Esa sonrisa era demasiado descarada. Incluso si Jiang Yuduo solo había tenido contacto con un homosexual como Cheng Ke; con una sola mirada ya había comprendido el significado de esta sonrisa. 

Se sacudió la mano del hombre abruptamente, dio a vuelta y empujó a Chen Qing para que avanzara. 

—¡San Ge! — Chen Qing se inclinó sobre su oído y señaló el escenario en la parte posterior de la pista de baile—. ¡Mira! ¡Esto está jodido…! 

Chen Qing y el resto de la pandilla siempre estaban muy interesados de ver a las bailarinas cuando iban a bares. Y esta era la primera vez que veía esta clase de bailarines.

Jiang Yuduo rodó los ojos y miró en esa dirección. 

—¿… Hombres? — preguntó. 

—¡Sí! ¿Estás ciego? — le grito Chen Qing en el oido—. ¡Sin camisa, y no tienen pechos! ¿Cómo no lo ves! 

Los tres hombres que bailaban en el escenario solo llevaban puesta ropa interior y botas, retorciéndose alrededor del tubo al ritmo de la música. 

Jiang Yuduo se sintió un poco irritado. No tenía ningún sentimiento especial al ver a una chica bailar así, pero ahora que veía a tres hombres medio desnudos bailando… 

La clave era que hasta esta edad solo había conocido a Cheng Ke como homosexual. Y subconscientemente, en su imaginación relacionaba a Cheng Ke con todo lo homosexual. 

Ahora repentinamente imaginó a Cheng Ke en ese escenario… 

—¡Este bar no está bien! —gritó Chen Qing junto a su oído otra vez—. ¡San Ge! ¡Este bar es un poco raro. 

«Mierda». 

Jiang Yuduo lo ignoró. En los dos minutos que llevaba allí parado, tres personas ya lo habían golpeado intencionalmente o por descuido, al pasar a su lado. Ya no era capaz de juzgar correctamente la situación. No tenía claro si esos toques variados eran peligrosos o solo era un coqueteo casual. 

Necesitaba encontrar un rincón donde pararse. 

—¡Encuentra una mesa! —gritó a Chen Qing. 

—¿Cómo vamos a encontrar una mesa? ¡Ve a la barra primero! —dijo Chen Qing. 

—¿Para qué? —Jiang Yuduo miró a la barra. Realmente no quería meterse en la multitud que había desde allí a la barra.

—¡Voy por licor! —Chen Qing agitó el sello fluorescente en su mano—. ¡El boleto incluye un trago! 

—¡Que beber ni que mierda! —Jiang Yuduo lo fulminó con la mirada—. ¡Condujiste aquí, carajo! 

Chen Qing se quedó anonadado. —¿Cuándo te ha importado que maneje borracho? 

—Yo no iré. —Jiang Yuduo retorció las cejas. 

—Está bien —dijo Chen Qing—. ¡Tú conducirás en un rato! 

Sin esperar que Jiang Yuduo hablara, Chen Qing miró alrededor y señaló una esquina cerca de ls escaleras. — San Ge, ¡Espérame allí! ¡Regresaré con una bebida! ¿Quieres beber algo? Yo invito.

—Nada de licor. — Jiang Yuduo suspiró y le dio un empujón—. Piérdete. 

Mientras observaba a Chen Qing apretujarse entre la multitud hacia la barra, Jiang Yuduo se acomodó a un lado de las escaleras. 

El lugar que Chen Qing le eligió no estaba mal. Era seguro para ver el primer piso y los rincones. 

No sabía si Cheng Ke había subido al segundo piso, así que primero planeaba mirar el primer piso. 

Las luces brillantes y las sombras eran como siluetas de gente parpadeante, caóticas con la música retumbante. 

Si estuviera de juerga con Chen Qing, sería capaz de soportarlo, pero ahora tenía hombres besándose a izquierda y derecha, y había hombres medio desnudos bailando enfrente de él. Lo toqueteaban o rozaban de vez en cuando, y no podía escuchar o ver claramente, pero tenía que encontrar a Cheng Ke. No podía permitir que él lo descubriera primero, y necesitaba encontrar el peligro potencial… 

Ni siquiera vio cuando un joven se paró enfrente de él. 

El joven era bastante alto y atractivo, y le agitó un vaso de licor enfrente. — Chico atractivo, ¿Estás solo? 

—… No —dijo Jiang Yuduo. 

—Oh —El joven estaba un poco decepcionado. Pero pronto le habló de nuevo—. ¿Viniste con tu novio? 

«¿Novio?»

«¡Vete a la mierda!»

Jiang Yuduo nunca había respondido una pregunta tan difícil. Vio a Chen Qing, que estaba luchando por atravesar la multitud en dirección a él, sosteniendo dos vasos. 

Tardó dos segundos en apretar los dientes y replicar: —Sí. 

—Bueno, lo siento. —El joven sonrió—. Espero volver a encontrarte la próxima vez, cuando vengas solo. 

Jiang Yuduo se asombró. 

—¡San Ge! — Chen Qing empezó a gritar a unos metros de distancia—. ¡San Ge~! 

El joven que se había dado la vuelta y estaba a punto de marcharse, echó una mirada a Chen Qing, luego volvió a mirarlo a él y se alejó lentamente. 

—¿Quieres que te dé un altavoz? —Jiang Yuduo miró fijamente a Chen Qing. 

—¡Joder! —Chen Qing le dio un vaso de algo que no sabía que era—. ¡Joder! ¡Esto es un bar para homosexuales! ¡Un bar homosexual! 

—¿No te lo dije al principio? ¡Y ahora te sorprendes! —Jiang Yuduo dio un sorbo a la bebida en el vaso, era agridulce y tenía burbujas, no sabía qué era. 

—Alguien acaba de pellizcarme el trasero. —Chen Qing parecía conmocionado—. ¡San Ge, un jodido pellizco! 

Jiang Yuduo suspiró y no habló. Apartó a Chen Qing y continuó escaneando la multitud con los ojos.

—Ahora sospecho de Jaeger-LeCoultre —dijo Chen Qing en su oído—. ¡Vino aquí a beber! ¿Crees que sea… homosexual? 

—¿No estás tú aquí también? —preguntó Jiang Yuduo. 

—… Oh. —replicó Chen Qing, confundido. 

Jiang Yuduo no había hecho esto en mucho tiempo. Miraba algo y continuaba mirándolo fijamente hasta que todos los sonidos a su alrededor desaparecían, entonces levantó los ojos para buscar en el ambiente aislado. 

Usualmente era para mirar a un oponente. Cuando todo estaba aislado de él y su oponente, podía ver todos sus movimientos, incluso el más sutil. 

De hecho, Cheng Ke fue muy fácil de encontrar. Era muy atractivo y tenía una atmósfera diferente de la mayoría de la gente. Y si estaba con un chico atractivo como Lin Xu… 

Podían distinguirse incluso si estaban sentados en las sombras. 

Cheng Ke y Lin Xu estaban sentados en una sombra al lado derecho del escenario, reclinados contra una mesa alta. 

Lin Xu traía puesta una camisa gris, ligeramente ajustada a sus músculos tonificados, además de ese rostro activo rara vez visto en gente ordinaria; aunque Jiang Yuduo estaba muy lejos de la pista de baile, podía ver las miradas hambrientas a su alrededor. 

Jiang Yuduo sentía que Cheng Ke tal vez estuviera también hambriento, después de todo, de alguna forma lo había besado a él dos veces. 

Pero durante tres minutos, la mirada de Cheng Ke estuvo a la deriva, ocasionalmente giraba la cabeza ligeramente para escuchar las palabras de Lin Xu, con una sonrisa tranquila en la boca. 

Después de ver la ubicación de Cheng Ke, Jiang Yuduo dispuso ese sitio como el centro y lentamente expandió el perímetro para buscar cualquier persona o movimiento sospechoso. 

No notó nada, excepto por ver a dos personas besándose y metiendo las manos en el pantalón del otro… esa clase de escena lo alteró. 

Lin Xu de verdad le pidió a Cheng Ke que viniera a un lugar semejante. 

Aunque los alrededores eran caóticos, y Jiang Yuduo no encontró ningún problema, la ansiedad en su corazón no se alivió. 

Esta clase de intranquilidad provenía de un cierto sentimiento, muy preciso para Jiang Yuduo. 

Hasta que volvió a ver a Lin Xu, finalmente descubrió la fuente de su ansiedad. 

Era Lin Xu. 

Originalmente deseaba pensar que a Lin Xu le gustaba Cheng Ke y quería cortejarlo, por eso lo invitó, pero ahora que veía los movimientos de Lin Xu y la sonrisa de Cheng Ke, hablando todo el tiempo… 

Era demasiado. Mientras filmaban el video, no notó que él y Cheng Ke estuvieran muy familiarizados el uno con el otro, y sus interacciones no eran demasiado íntimas. Pero ahora, este estado de un constante acercamiento activo no era normal en absoluto. 

Jiang Yuduo frunció el ceño. 

San Ge —gritó Chen Qing en su oído—. ¡Parece que veo a Jaeger-LeCoultre! 

—Sí. —Jiang Yuduo fue repentinamente expulsado de su ambiente aislado por esa voz, y el sonido alrededor repentinamente pareció explotar, ralentizándolo durante unos segundos. 

—¿Quién es ese hombre? —Chen Qing continuó gritando—. Viéndolo bien, ¿no será que ellos…? 

—¡Cállate y bebe tu trago! —lo interrumpió. 

—Ese hombre parece muy atractivo —dijo Chen Qing—. Como un modelo… 

—¿Te gustaría que Jaeger-LeCoultre te lo presente? —Jiang Yuduo lo fullminó con la mirada. 

—Olvídalo —dijo Chen Qing—. Aún me gustan las mujeres… ey, también hay chicas aquí. Vi a dos. Eran realmente hermosas, pero parece que eran una pareja… Ey, San Ge, ¿Crees que la gente pensará que nosotros dos…? 

—Piérdete. —Jiang Yuduo lo miró. 

—… Subiré al segundo piso a hacer una ronda. —Chen Qing suspiró—. No he visitado un bar como este. Pero ya que estoy aquí… 

Jiang Yuduo no dijo una palabra, y Chen Qing siguió las escaleras al segundo piso. Entonces se sintió aliviado. 

Pero, tan pronto Chen Qing se marchó, sintió movimientos a su alrededor que lo hicieron sentir incómodo. 

Había gente cerca, observándolo.

Solo podía mantener la expresión fría, intentando hacer que la gente cercana sintiera su vibra asesina y no se atreviera a aproximársele. 

Jiang Yuduo realmente no entendía qué significaba que Cheng Ke permaneciera sentado. Al parecer Lin Xu lo invitó a bailar dos veces, pero él solo sonrió y Lin Xu volvió a sentarse. 

«Si quieres bailar, ¿por qué no puedes bailar solo? ¿tienes que llevarte a Cheng Ke?»

Jiang Yuduo miró la multitud que saltaba frenéticamente en la pista de baile, principalmente la gente bailaba restregándose, además de algunos que se besaban. 

A semejante distancia, con un contacto desprevenido, era fácil hacer algo, no solo apuñalar con un cuchillo a una o diez, incluso si una persona caía al suelo herida, nadie lo descubriría. 

Cheng Ke dejó la copa y giró la cabeza para decirle algo a Lin Xu. Éste asintió y Cheng Ke se levantó. 

«¿Te vas?» 

Jiang Yuduo inmediatamente dejó la bebida sobre las escaleras, mirando a Cheng Ke.

Cheng Ke se alejó de la mesa y caminó en su dirección, Jiang Yuduo rápidamente se ocultó en las sombras, pero con lo despistado que era Cheng Ke, tal vez lo pasara por alto incluso si estaba parado enfrente. 

Cheng Ke caminó sobre la pista de baile. Seguramente iba a cruzarla. Jiang Yuduo pudo ver cuántas veces fruncía el ceño y giraba la cabeza… «¿Lo tocaron?»

Después de cruzar la pista, la distancia entre ambos era menos de tres metros. Cheng Ke no lo vio y caminó directamente al corredor. 

Debía ir al baño. 

Jiang Yuduo vaciló si reubicarse a una posición donde pudiera ver la puerta del baño, pero casualmente miró a la mesa donde Cheng Ke estaba sentado antes, y se detuvo repentinamente. 

No había nadie en la mesa. Lin Xu había desaparecido. 

Jiang Yuduo repentinamente se puso nervioso y se tocó el bolsillo del pantalón, pero no había nada. No le iban a permitir meter el cuchillo, así que lo dejó afuera antes de entrar. 

Miró a la gente que pasaba en dirección al corredor. Si Lin Xu lo seguía al baño, habría problemas. 

Menos de un minuto después, Jiang Yuduo vio a Lin Xu salir de la pista de baile, en dirección al corredor. 

Lin Xu caminaba muy lentamente, no parecía que quisiera entrar al baño, a juzgar por su velocidad. 

Jiang Yuduo lo siguió, y cuando pasó por una mesa, cogió una copa vacía. 

Lin Xu no notó que lo seguía, ni siquiera miró atrás o alrededor, sino que caminó hacia la puerta del baño. 

Había dos personas abrazándose en el corredor. Jiang Yuduo no tenía tiempo par ver qué estaban haciendo. Continuó mirando a Lin Xu. 

Éste se acercó a la puerta del baño y no entró inmediatamente, vaciló un par de segundos. 

Por esos dos segundos de vacilación, Jiang Yuduo determinó su propósito de acercarse a Cheng Ke. 

Jiang Yuduo se abalanzó sin vacilar. En el momento que Lin Xu inhaló como para relajar la tensión, y se giró para abrir la puerta, él le sujetó el brazo y lo azotó contra la pared. Con un giro, tuvo el codo presionado contra la garganta de Lin Xu. 

Azotó la otra mano contra la pared al mismo tiempo, y entonces presionó contra el cuello de Lin Xu la copa de vino con el borde estrellado. 

—¿San Ge? — Lin Xu gritó de sorpresa después de recuperarse de la conmoción y verlo claramente. 

—Dime —dijo Jiang Yuduo con voz tranquila—. ¿Quién te pidió que vinieras? 

—¿Qué? —Lin Xu lo miró, intentando apartar el codo de su garganta. 

—No te muevas —dijo Jiang Yuduo—, contéstame. 

—¿Qué quieres que diga? —Lin Xu lucía estupefacto y horrorizado—. ¡No, que está sucediendo! 

Jiang Yuduo podía ver que la pareja que se estaba besuqueando ya se había marchado corriendo. Y la gente empezaba a mirarlos desde el otro lado del corredor. Necesitaba llevarse a Lin Xu de aquí en el tiempo más corto posible. 

Pero antes que pudiera moverse, Cheng Ke salió del baño. 

—¡Cheng Ge! —gritó Lin Xu—. ¿Qué sucede? 

Cheng Ke estaba absolutamente estupefacto, contestó después de un rato. —¿Por qué estás aquí? 

—Venía al baño —dijo Lin Xu. 

—No te pregunté a ti. —Después que Cheng Ke recuperó los sentidos, su mirada primero cayó en la cara de Jiang Yuduo, luego miró el codo contra la garganta de Lin Xu y finalmente aterrizó en la copa rota. 

Jiang Yuduo pudo ver el cambio de expresión en el rostro de Cheng Ke, de estupefacción a confusión, y finalmente mezclado con una furia impotente. 

—Jiang Yuduo. —Cheng Ke miró al otro lado del corredor, entonces se inclinó frente a él y dijo lentamente, palabra por palabra—. Te doy tres segundos. Suéltalo. 

Jiang Yuduo no se movió, mirándolo. 

Sabía que Cheng Ke no le creía, y también sabía cuál era su humor en este momento. Cuando se apresuró a venir, ya había pensado que pasaría una situación semejante, pero hasta que sucedió esto, no había pensado en una solución adecuada. Solo deseaba detener a Lin Xu antes que lastimara a Cheng Ke. 

—Uno. —Cheng Ke lo miró a los ojos y empezó a contar—. Dos… 

Las manos de Jiang Yuduo temblaron un poco, conocía las consecuencias si no lo soltaba. 

Pero aunque lo soltara ahora, Cheng Ke ya no sería su amigo. 

—Tres —dijo Cheng Ke. 

Jiang Yuduo lo soltó. 

Lin Xu se tocó el cuello. —Cheng Ge… 

—Ve a casa primero —dijo Cheng Ke—. Encontraré un momento para explicártelo. 

Lin Xu no se movió, solo miró a Jiang Yuduo y vaciló. —Pero… 

—Está bien —dijo Cheng Ke—. Tengo algunos malentendidos con San Ge

Lin Xu se quedó allí unos segundos más, luego se giró para marcharse. 

Cheng Ke miró la copa en la mano de Jiang Yuduo, estiró la mano y suavemente se la quitó y la soltó en el contenedor de basura a su lado. —¿Jiang Yuduo? 

—Mm — replicó Jiang Yuduo. 

—Ve por tu chaqueta —Cheng Ke lo miró—. Vámonos. 

—… Bien —dijo Jiang Yuduo. 

Cuando los empleados del bar y los guardias de seguridad llegaron corriendo, ya habían dejado el corredor y entrado en el guardarropa. 

Apenas tras agarrar la ropa para marcharse, una persona cruzó corriendo la puerta. —¡San Ge

Cuando Cheng Ke se percató que era Chen Qing, aunque ya se sentía conmocionado, solo sintió impotencia. 

—¿Vinieron en coche? —preguntó a Chen Qing. 

—Sí. —Chen Qing asintió. 

—Dame la llave —dijo Cheng Ke—. Tú toma un taxi para regresar. 

A veces entendía particularmente bien por que Jiang Yuduo confiaba tanto en Chen Qing; porque Chen Qing creía incondicionalmente cualquier cosa relacionada con Jiang Yuduo. 

En este momento, ni siquiera hizo una pregunta, solo sacó la llave del coche y se la dio. 

—¿Debería llevártelo al taller mañana? —preguntó Cheng Ke. 

—Está bien —contestó Chen Qing—. Este coche lo recogerán pasado mañana. Conozco al dueño. 

—Bien. —Cheng Ke asintió—. No te quedes aquí tampoco, márchate rápido. 

Después de cruzar la puerta, Chen Qing se alejó directamente. 

Cheng Ke y Jiang Yuduo caminaron al lugar de estacionamiento. —¿Conduzco yo? 

—¿No bebiste hoy? —preguntó Jiang Yuduo. 

Cheng Ke suspiró suavemente. No sabía cuándo había llegado Jiang Yuduo, dónde estaba ocultándose y durante cuanto tiempo lo había observado. 

—Sólo bebí un trago —dijo—. Entra al coche. 

—Yo tampoco bebí —dijo Jiang Yuduo. 

—Lo sé. —Cheng Ke abrió la puerta del coche y se subió—. Puedo oler que no bebiste. 

Jiang Yuduo se subió al coche. 

Cheng Ke sujetó el volante, sin encender el motor. Estaba confundido en este momento. No sabía qué decir o si debería decir algo. 

Después de permanecer sentado un rato, su celular sonó. 

Tras cogerlo, vio que era el número de Xu Ding. 

—¿Hola? 

—Que silencioso —dijo Xu Ding al otro extremo—. ¿No estás en un bar? 

—Mm, acabo de salir, ¿por qué? —preguntó Cheng Ke. 

—Nada. —Xu Ding rio—. Lin Xu me llamó y dijo que tal vez San Ge había bebido demasiado, así que llamé para preguntar. 

Cheng Ke respiró aliviado. Lin Xu no le contó a Xu Ding lo que acababa de suceder. Probablemente porque temía que algo más sucediera, encontró una excusa para pedirle a Xu Ding que preguntara. 

—Está bien, ya estamos en el coche —dijo Cheng Ke. 

—Está bien. Voy a colgar —dijo Xu Ding. 

—Gracias. —Cheng Ke sonrió y colgó el teléfono. 

Después de quedarse callado un rato, giró la cabeza para mirar a Jiang Yuduo. —Dame una explicación de porqué pensaste que Lin Xu tenía algún problema. 

—¿No viste que también quería entrar al baño? —dijo Jiang Yuduo—. Acababas de marcharte, y él te siguió. 

—¿No sabes que en este tipo de bar puedes ir al baño para hacer algunas cosas tras intercambiar una seña? —preguntó Cheng Ke. 

Jiang Yuduo frunció las cejas y giró la cara para mirarlo. —¿Qué cosas hacen? 

Cheng Ke no habló. 

Jiang Yuduo lo miró fijamente un largo rato. —Entonces ¿le hiciste una seña? 

—No. —Cheng Ke suspiró. No esperaba que Lin Xu lo siguiera, no le había dado a Lin Xu ninguna seña. No tenía el hábito de involucrarse con la gente que trabajaba en los videos.

—¿Y eso esta bien? —preguntó Jiang Yuduo. 

—Si él quiere, puede seguirme. —Cheng Ke realmente no sabía cómo explicarlo. Se reclinó en el respaldo y cerró los ojos, habló solo tras un momento—. Jiang Yuduo. 

—Sí —replicó. 

—Sé que quieres protegerme —dijo Cheng Ke—, pero realmente no puedo manejar esto. 

Jiang Yuduo no habló. 

—Esta noche tienes que responder todas las preguntas que te haga —dijo Cheng Ke—. Si no quieres responder, me mudaré el próximo mes. Mi vida ya me tiene bastante abrumado, y no puedo manejar más cosas. 

—¿Mudarte? —Jiang Yuduo se asombró. 

—Ya no me tendrás de amigo —dijo Cheng Ke. 

—¡No! —Jiang Yuduo repentinamente elevó la voz. 

La ansiedad en su voz sorprendió a Cheng Ke. Abrió los ojos y giró la cabeza. No sabía porqué tenía una reacción tan tremenda. 

Jiang Yuduo lo miró, y después de un momento habló de nuevo, con voz un poco ronca. —¿Qué quieres preguntar? 

—¿Quiénes son ellos? —preguntó Cheng Ke—. ¿Qué viste?


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