Moneda de la Suerte – Extra 4

Chu Yi estaba sentado en el área de descanso, escuchando a algunos colegas mayores hablar sobre autos. Charlaban todos los días durante el tiempo de descanso, pero entre los empleados jóvenes, probablemente solo a Chu Yi le gustaba sentarse allí a escuchar.

Los otros jóvenes se iban a la puerta trasera del taller a fumar y fanfarronear.

A Chu Yi no le gustaba fumar y no le gustaba fanfarronear. Después de todo, conocía a verdaderos luchadores. Si el tío Yan realmente comenzara a presumir, nadie podría superarlo.

También le gusta escuchar la charla de los expertos, la mayoría de las veces hablaban de coches o de reparaciones de coches, que era más interesante que en sus clases.

—¿Quieres comprar un automóvil, Chu Yi? —preguntó el Maestro Liu.

—Solo lo pienso. —Chu Yi sonrió.

—Cuando quieras comprar un auto, llámame —dijo el Maestro Liu—. Te ayudaré a revisarlo.

—Sí. —Chu Yi asintió.

—Le tomará otros dos años ser mejor que tú —dijo el Maestro Wang con una sonrisa—. Entre estos jóvenes, él es el más atento.

—Eso es cierto —el Maestro Liu sacó un cigarrillo—. He estado aquí durante más de medio año y ahora no tiene problemas para reparar un automóvil solo.

—Aún hay algunos —dijo Chu Yi—. Q-que no-no entiendo, pero no te-tengo miedo porque están ustedes.

—Este niño. —Al maestro Wang le complacieron sus palabras y le dio una palmadita en el hombro.

Después de conversar un rato, llegó un automóvil y Chu Yi se levantó para ir a trabajar, pero el supervisor lo detuvo.

—Chu Yi, justo te estaba buscando —El supervisor le hizo un gesto para que lo siguiera—. Vamos, tengo algo que preguntarte.

—Está bien. —Chu Yi siguió al supervisor a la oficina.

Aunque había estado trabajando aquí durante un año, y todos los colegas y jefes asentían con la cabeza ante su desempeño, cada vez que lo llamaban solo a la oficina, Chu Yi todavía se ponía nervioso.

Sentía que era porque no había hecho un buen trabajo, o alguien dijo algo malo de él a sus espaldas, y el jefe lo iba a regañar.

Tal como dijo Yan Hang, probablemente nunca superaría ese complejo en toda su vida.

—Así es —el supervisor le sirvió un vaso de agua—. Hoy, un egresado de tu escuela vino a solicitar un trabajo. Como sabes, generalmente, los egresados son recomendados por los maestros. El año pasado, tres de ustedes vinieron aquí. Todos recomendados por el maestro Wang.

—Sí. —Chu Yi asintió levemente.

—Este compañero tuyo que vino hoy estaba trabajando en [Ruta del Autómovil] y ahora quiere venir aquí. Hablé con él y me pareció que es bueno —dijo el supervisor—. Pero no tiene una recomendación, así que solo quiero preguntarte, ¿conoces a este compañero de clase?

—Había… varios grupos. No conocía a muchos… de los co-compañeros —dijo Chu Yi.

—El nombre de este compañero es Su Bin —dijo el supervisor.

Chu Yi se sorprendió un poco:

—¿Su Bin?

—Sí, ¿fue tu compañero de clase? —preguntó el supervisor.

—De dormitorio —dijo Chu Yi.

Realmente no sabía que Su Bin estuvo trabajando en La Ruta del Autómovil. «Tú no sabes, él no sabe, solo el auto lo sabe…» Pero fue solo entonces que Chu Yi reaccionó, ¿por qué Su Bin sabía que había golpeado a Li Xiao? Debía conocer a alguien de allí.

—¿Cómo es? —preguntó el supervisor.

Chu Yi no respondió de inmediato. El Taller de Reparación Automotriz Express era muy bueno y no era fácil ingresar. Los recién llegados como ellos tenían que confiar en las recomendaciones. Su respuesta podía afectar directamente si Su Bin podía entrar a trabajar allí.

De hecho, no era necesario considerar su respuesta. Por supuesto, no quería que Su Bin entrara a trabajar allí. Sin importar lo bueno que fuera profesionalmente, su tipo de personalidad lo obligaba a ser problemático. Especialmente si él hablaba bien de Su Bin, cualquier cosa que hiciera Su Bin en el futuro, recaería en los hombros de su “recomendador”.

Antes no pensaba de ese modo. Probablemente porque había estado con Yan Hang durante tanto tiempo, aprendió a pensar en esas cosas.

Lo que tenía que pensar ahora era cómo dar una respuesta negativa.

Sin embargo, su forma de hablar era demasiado superficial en comparación con Yan Hang, y en solo unos segundos, realmente no se le ocurría una declaración perfecta que transmitiera el significado.

Así que uso su propia expresión.

—Cuando él venga, yo me iré —dijo Chu Yi.

El supervisor se quedó atónito y lo miró:

—¿Tienen un conflicto?

—Sí. —Chu Yi asintió levemente.

—¿Conflicto personal o… algo más? —preguntó el supervisor.

—De actitud —dijo Chu Yi.

—Oh. —El supervisor pensó por un momento, luego le dio unas palmaditas en el brazo—. Ya veo, puedes ir a trabajar.

—Bueno. —Chu Yi se dio la vuelta y salió de la oficina.

«¡Genial!»

«¡Genial!»

Aunque había pasado mucho tiempo, y ya no le importaba y Su Bin no tenía ningún efecto sobre él, cuando habló de su “mala personalidad” un momento antes, se sintió muy feliz.

¡No era demasiado tarde para que el Alfa se vengue!

Pero cuando llegó a casa del trabajo por la noche, estaba un poco inquieto.

Siguió a Yan Hang en la cocina:

—¿El supervisor no pe-pensará que soy… malo?

—No —dijo Yan Hang mientras cortaba verduras.

—¿Y si.. piensa que tengo alguna conspiración? —preguntó de nuevo.

—No —respondió Yan Hang.

—Entonces… —Quería seguir preguntando, pero Yan Hang se dio la vuelta y presionó la parte posterior del cuchillo contra su boca. Dejó de hablar y miró el cuchillo.

—No no no no —dijo Yan Hang—. Has estado allí durante tanto tiempo, trabajando duro todos los días, sin quejarte ni cometer errores. La evaluación de todos sobre ti es que eres honesto y serio, ¿verdad?

—Sí —respondió Chu Yi.

—No dijiste nada sobre cuál era el problema de Su Bin, ni exageraste su descripción. —Yan Hang lo miró—. Solo dijiste que debido a su actitud, ustedes dos están en conflicto, ¿verdad?

—Mm. —Chu Yi siguió respondiendo.

—Entonces, no, no, no, no —Yan Hang sacó el cuchillo—. N lo pienses más, o te meteré esto en la boca.

—Está bien. —Chu Yi sonrió.

El tío Yan estaba sentado en la estancia esperando la cena, sentado en el sofá con lápiz y papel en la mano, escribiendo y dibujando.

Llevaba un tiempo pensando en abrir una pequeña tienda y pedirle a Choi Yi que invirtiera en él. Choi Yi dijo que la inversión se podía hacer, pero que tenía que escribir un informe de viabilidad.

Originalmente pensó que el tío Yan no aceptaría tal solicitud, pero no esperaba que no se negara y comenzó a escribir de un lado a otro con lápiz y papel todos los días durante varios días.

No sabía qué escribía.

El tío Yan no fue a la escuela, pero leía muchos libros. Aunque fruncía el ceño todos los días, seguía escribiendo. Esto le despertó mucha curiosidad a Chu Yi y especialmente quería ver lo que escribía el tío Yan.

Sin mencionar el informe de viabilidad, que sonaba avanzado, Chu Yi no podía siquiera escribir el informe de trabajo al final del año, por lo que hacía que el analfabeto Yan Hang lo escribiera por él.

—¿Cómo te va? —preguntó Yan Hang cuando la comida estuvo lista.

—Puedo dárselo esta noche. —El tío Yan asintió—. Aunque no hay muchas palabras, el contenido es muy completo. Si tienes tiempo, ayúdame a traducirlo al inglés.

—… Ustedes dos jueguen solos —dijo Yan Hang—. No me arrastren a mí, estoy ocupado como perro todos los días.

El tío Yan miró a Chu Yi.

—¿Yo lo traduzco? —preguntó Chu Yi.

—¿Qué carajo vas a traducir? ¿A pinyin? (N.T. O sea la pronunciación de los carácteres) —dijo el tío Yan—. Él dijo que está ocupado como un perro, así que me fijo si el perro está ocupado.

—Ocupado. —Chu Yi asintió sinceramente.

—Entonces solo le daré una versión en chino —dijo el tío Yan—. Iré a la imprenta de enfrente y le enviaré un fax más tarde.

—¿Qué? —Yan Hang se volvió para mirarlo.

—Es más formal —dijo el tío Yan—. No tengo una versión electrónica. ¿Podría enviarle un correo electrónico? Pero enviar un fax también está bien. También dibujé el logotipo de nuestra empresa.

—¿De verdad quieres abrir una tienda? —preguntó Yan Hang.

—Sí. —El tío Yan asintió.

—… Está bien —Yan Hang se sentó a la mesa—. Come.

Después de la cena, el tío Yan realmente fue a la imprenta frente a la comunidad para enviar un fax.

—¿Qué escribió? —preguntó Chu Yi—. ¿Lo has leído?

—No lo leí —dijo Yan Hang—. Solo lo miré. Son dos páginas en total. Las palabras son tan grandes como un yuan. Me parece que ambos están ociosos y tienen mucho tiempo libre.

—El tío Choi, no-no está ocioso —dijo Chu Yi.

—Si no está ocioso, ¿por qué tendría que buscarse diversión de esta forma? —dijo Yan Hang—. Va a revisar el informe de viabilidad escrito por un analfabeta, estudiará la propuesta del analfabeta, hará una reunión con…

—…Ya. —Palmeó la mano de Yan Hang—. Está bien.

—Oye —Yan Hang se dejó caer en el sofá—. Todavía no hemos tenido una noche para hacerlo.

—Es una pena —dijo Chu Yi.

—Sí— Yan Hang asintió.

—¿Tienes idea de quién… lo hará? —preguntó Chu Yi.

Yan Hang chasqueó la lengua:

—No.

—Yo sí —dijo Chu Yi.

—… ¡Piérdete! —Yan Hang lo pateó.

Chu Yi se rió.

—El que se levante primero… será quien lo haga.

—Ahora eres realmente molesto. —Yan Hang suspiró—. Extraño muchísimo al perrito inocente del pasado.

Chu Yi no dijo nada, solo se dio la vuelta y se arrojó sobre él, hundiendo la cara en su hombro y frotandose:

—Ya-ya no te gusto.

—No —Yan Hang lo abrazó—. De vez en cuando siento nostalgia porque el perro ha crecido.

—Mm. —Chu Yi se frotó de nuevo—. Eres viejo.

—Taunque tuviera ochenta años, si quiero follarte, solo tengo que levantar la mano, ¿sabes? —Yan Hang le dio una palmada en la espalda.

Chu Yi no contestó y hundió el rostro en el hombro de Yan Hang, riendo durante mucho tiempo.

El “informe de viabilidad” del tío Yan fue recibido exitosamente. Ayer envió el fax a la oficina de Choi Yi. Hoy, Choi Yi vino con el fax después del trabajo.

—¿Dónde está Yan Zhiyuan? —preguntó Choi Yi cuando entró por la puerta.

—Llegará en un rato —dijo Yan Hang—. No puede llegar hasta que la comida esté lista. ¿El tío Choi va a comer aquí hoy?

—Está bien. —Choi Yi se sentó en el sofá.

Después de sentarse durante unos minutos, el tío Yan llegó.

Chu Yi le abrió la puerta. Tan pronto como entró por la puerta y vio a Choi Yi, inmediatamente se dio la vuelta y salió:

—Oye, ¿por qué está Choi aquí…?

—Por lo general, eres un desvergonzado. —Choi Yi corrió hacia la puerta—. ¿Por qué de repente te escapas ahora?

—¿Viniste a comer? —El tío Yan volvió a entrar.

—A hablar sobre tu informe de viabilidad. —Choi Yi sacó dos hojas de papel de su bolsillo.

—¿Qué tal estuvo? —El tío Yan se sentó en la silla y sonrió.

—Hola, querido abogado Choi —comenzó a leer Choi Yi—. El clima es agradable hoy.

Yan Hang estaba sentado junto al ventanal y no pudo más que reírse, pero Chu Yi escuchó muy seriamente.

—¿Esto es un i-informe?

—Si me das 200,000 yuanes —continuó Choi Yi—. Puedo abrir una tienda, y esta tienda definitivamente generará dinero. No importa cuánto dinero gane, te daré la mitad.

—¿No es particularmente sincero? —preguntó el tío Yan.

—Sí. —Chu Yi asintió levemente.

—Si no puedes trabajar en el futuro —Choi Yi los miró—. Te daré a mis dos hijos, trabajan bastante bien. Seguramente podrán ganar mucho dinero en el futuro, puedes quitarles sus tarjetas de salario…

—Joder. —Yan Hang cayó sobre la ventana riendo—. Ese es mi papá.

Chu Yi suspiró.

Choi Yi terminó de leer el “informe” que era bastante corto, porque las palabras del tío Yan eran demasiado grandes. Al final, escribió un saludo y lo firmó en la esquina superior izquierda del papel. Y había un dibujo en la esquina inferior derecha.

A juzgar por la similitud entre este logotipo y el colgante de dedos entrelazados en el cuello de Yan Hang, se podía deducir que este logotipo era el “dibujo original”.

—¿Está bien? —preguntó el tío Yan.

—Está bien —Choi Yi asintió, sacó una tarjeta de su bolsillo y la puso sobre la mesa—. 200,000, los dos hijos son míos temporalmente y me devolverán el dinero a plazos de acuerdo con los intereses mensuales.

—Gracias. —El tío Yan tomó la tarjeta y se la metió en el bolsillo.

El informe del tío Yan era una locura, pero el negocio de abrir una tienda no lo era. Después de la cena, él y Choi Yi fueron al balcón y conversaron durante mucho tiempo.

—¿Qué tipo de tienda abrirá? —preguntó Chu Yi.

—No me lo dijo —dijo Yan Hang—. Pero casi puedo adivinar que siempre ha querido abrir una librería.

—¿Librería? —Chu Yi estaba atónito.

Para ser honesto, el aura del tío Yan era completamente incompatible con una librería.

—Mm. —Yan Hang sonrió—. A mi papá le gusta leer libros, y lee muchos libros, más que yo. No fue a la escuela y aun así sabía sobre los siete hijos de Yan Shu.

—Sí. —Chu Yi asintió.

—Supongo que quiero pensar en él de una forma un poco más emotiva —dijo Yan Hang—. Mi papá es bastante romántico de corazón.

—Tú también —dijo Chu Yi.

—Más que tú —Yan Hang lo miró—. De todos modos, no siempre le daré a la gente un termo para ancianos.

Chu Yi sonrió:

—Te da-daré uno.

—La que uso ahora —Yan Hang suspiró—, cuando la llevo al trabajo, se siente como que mis colegas y yo tenemos una brecha generacional.

—Compra-compraré un biberón para ti —dijo Chu Yi.

—Cómpralo. —Yan Hang chasqueó la lengua.

—Ma-mañana… —A la mitad de su oración, sonó el teléfono de Chu Yi. Regresó por la ventana salediza y fue a echar un vistazo al teléfono—. Chunyang.

—¡Zhou Chunyang! —Yan Hang lo fulminó con la mirada.

—¿Hola… Chunyang? —Chu Yi contestó el teléfono.

—¡Zhou Chunyang! —gritó Yan Hang nuevamente.

—¿Yan Hang me está saludando? —preguntó Zhou Chunyang por teléfono.

—Quiere pe-pelear contigo —contestó Chu Yi—. ¿Pasa algo?

—Una fiesta del 403 —dijo Zhou Chunyang—. El Gran Qiang y el pequeño Qiang vendrán el fin de semana. Los que viven lejos no pueden traer a su pareja, pero los que viven aquí sí pueden.

—Mi pa-pareja… tiene que ir a trabajar. —Chu Yi miró a Yan Hang—. No de-descansa los… fines de semana.

—Vamos a su restaurante a comer —dijo Zhou Chunyang.

—Dice que vayamos a comer a tu restaurante. —Chu Yi se dio la vuelta y le dijo a Yan Hang.

—Una idea fenomenal —respondió Yan Hang sucintamente.

—Una idea fenomenal —repitió Chu Yi en el micrófono.

—No es necesario repetirlo —Zhou Chunyang se rio—. Lo escuché, entonces está resuelto. Iremos con Yan Hang y los demás a comer el fin de semana. A las seis en punto. Después de comer, iremos por unas brochetas.

—Está bien —respondió Chu Yi. Lo pensó un momento y volvió a preguntar—. ¿Trae-traerás a tu pareja?

—No tengo pareja —dijo Zhou Chunyang.

—Li… —Zhou Chunyang interrumpió a Chu Yi antes de que terminara de hablar.

—Li mierda, no puede volver de la escuela —dijo Zhou Chunyang.

—Li mierda… ¿No vuelve el fin… de semana? Está so-solo a una hora y media, ¿verdad? —dijo Chu Yi.

—¿Tu boca no tiene arreglo? —preguntó Zhou Chunyang.

—Probablemente no… ti-tiene —Chu Yi suspiró—. Yan Hang ha tra-trabajado duro para a-arreglarla… pero no ha podido… du-durante muchos años.

Los compañeros del dormitorio 403 se reunían una vez cada dos meses.

A excepción del pequeño Qiang, todos se habían quedado en la ciudad, pero el lugar de trabajo del pequeño Qiang estaba muy cerca, solo tardaba poco más de una hora en llegar por autobús.

De hecho, en cada reunión solo comían, bebían y a veces cantaban. Básicamente, cenaban primero, caminaban por la calle un rato después de comer y luego pasaban el rato hasta altas horas de la noche.

—¿Vas a ir? —preguntó Yan Hang a Chu Yi.

Yan Hang ahora era un empleado veterano en el restaurante. Ya no tenía que estar parado en una estación todos los días; solo dos días a la semana. El resto del tiempo capacitaba a los nuevos empleados o seguía a su jefe a otros lugares. Los clientes habituales tenían que hacer una reserva si querían comer lo que él cocinaba.

—Ve —dijo Yan Hang—. No hay nada más que hacer, de todos modos.

—¿Nos prepararás… comida? —preguntó Chu Yi.

—No —dijo Yan Hang—. No es mi horario de trabajo. Y solo cocino para mi familia.

—Ya hemos sido… hipotecados con el tío Choi —dijo Chu Yi.

Yan Hang se rió durante mucho tiempo:

—Si Lao Choi quiere, puede ir a comer todos los días.

El día de la reunión, Yan Hang le pidió al personal que armara una mesa grande con dos cabinas para ellos en el segundo piso. Chu Yi y Yan Hang fueron los primeros en llegar y se sentaron en la cabina a observar a la gente del restaurante.

Cada mesero que pasaba saludaba a Yan Hang con un cortés Hang Ge, que era realmente maravilloso. Era como ser el rey de la montaña con su esposa… No, era como ser el rey de la montaña con su esposo… todavía sonaba un poco raro; como el rey de la montaña con su perro… patrullando las montañas…

Chu Yi suspiró.

—¿Qué pasa? —preguntó Yan Hang.

—No —sonrió Chu Yi—. De repente, te amo mucho.

Yan Hang no contestó, lo miró fijamente durante un rato, luego extendió la mano y le tocó la frente.

Chu Yi sonrió y apartó la mano con una palmada, al ver que se abría la puerta del restaurante en la planta baja. Li Lin entró, pero Zhou Chunyang no se veía detrás de él.

—Li-Li Lin vino solo —dijo Chu Yi aferrándose a la barandilla y saludando con la mano, Li Lin sonrió y se acercó.

—Son realmente únicos —dijo Yan Hang.

Li Lin los saludó a ambos y se sentó:

—Pensé que llegaba tarde.

—Llegas tarde —Yan Hang miró la hora—. Es solo que ellos llegan aún más tarde.

—¿No vi-viniste con Chunyang? —preguntó Chu Yi.

—Dijo que no le quedaba de paso —dijo Li Lin—. Vine solo… es posible que él no venga.

—… Oh. —Chu Yi tomó un sorbo de té.

Esos dos eran increíbles.

No mucho después de que llegó Li Lin, llegaron los demás del dormitorio. Este grupo que se reunía cada dos meses ni siquiera se molestaron en saludar, así que se sentaron y comenzaron a conversar.

Zhou Chunyang fue el último en llegar y su expresión era un poco deprimida cuando entró.

—El auto chocó. —Se sentó y tomó un sorbo de vino tinto.

Li Lin inmediatamente se enderezó y se volvió para mirarlo.

—Estoy bien —miró a Li Lin.

Li Lin no habló y volvió a recostarse en la silla.

—¿Chocaste con alguien más? —preguntó Hu Biao.

—No —Zhou Chunyang frunció el ceño—. Ni siquiera quiero decirlo… golpeé el pilar del estacionamiento.

Li Lin no pudo evitar reírse y los demás hicieron lo mismo.

—Has estado conduciendo durante mucho tiempo —dijo Yan Hang con una sonrisa—. ¿Cómo puedes golpear un pilar?

—No sé —dijo Zhou Chunyang—. Si el eje no está ajustado correctamente…

—No habría una co-colisión con… un pilar —dijo Chu Yi—. ¿Vas al preescolar de al lado?

Todos se rieron sin parar.

—Chu Yi —Zhou Chunyang lo miró—. ¿Seguimos siendo amigos?

—Sí. —Chu Yi asintió y le tendió la mano.

Zhou Chunyang se acercó y le estrechó la mano.

—Como no está a-ajustado el eje… golpeaste el pilar —dijo Chu Yi—. Mañana lleva el auto… al ta-taller y le echaré un vistazo.

—Está bien —asintió Zhou Chunyang.

Dijeron que era una reunión con las parejas incluidas, pero de hecho, a excepción de Chu Yi y Zhou Chunyang, los demás estaban solteros.

Así que después de que terminaron de comer, deambularon por la calle por un rato y luego suspiraron por ir a comer brochetas.

—Vamos. —Hu Biao agitó su mano.

Cuando se encaminaron hacia el restaurante de barbacoa, Chu Yi y Yan Hang los siguieron al final.

—Esos dos —Yan Hang levantó la barbilla hacia Zhou Chunyang y Li Lin que caminaban frente a él—. ¿Cuánto tiempo ha pasado?

—No lo sé —dijo Chu Yi—. No han fo-formalizado, ¿de acuerdo? Han estado co-compitiendo todo el tiempo.

—Tonterías —susurró Yan Hang—. Llevan brazaletes de pareja.

—¿Ah? —Chu Yi miró a Zhou Chunyang y Li Lin enfrente. Era apenas inicios de primavera, y ambos estaban bastante abrigados. Tardó mucho tiempo en ver que ambos tenían un brazalete negro y plateado en su mano izquierda.

Realmente.

Pero lo que realmente admiraba era que todo este tiempo, mientras caminaban, había una distancia de quince centímetros entre ellos.

¿Qué clase de relación era esa?

Pero las pulseras seguían siendo hermosa.

—Li Lin incluso tiene un anillo en la mano —susurró Yan Hang nuevamente.

—El anillo solo es una… a-argolla —dijo Chu Yi, cuando se fijó en el anillo en el dedo índice izquierdo de Li Lin.

—Tiene una C por el lado de la palma —dijo Yan Hang.

Chu Yi giró la cabeza y lo miró sorprendido:

—¿Co-cómo lo viste?

—Siempre he mirado a las personas de pies a cabeza de un vistazo —dijo Yan Hang—. Estoy acostumbrado a observar. Generalmente tengo que mirar a los clientes de la misma manera. Apenas después de un mes de conocerte, ya sabía que tenías un lunar en la espalda bajo.

—¿Sí? —Chu Yi se sorprendió, extendió la mano y se tocó la parte baja de la espalda—. ¡No sa-sabía!

Yan Hang chasqueó la lengua, le bajó la ropa y rápidamente le tocó al nivel de la cinturilla del pantalón:

—Aquí.

—Oh.— Chu Yi estaba impresionado.

—Pequeño lunar furtivo —dijo Yan Hang—. Es lindo.

Después de reírse durante mucho tiempo, Chu Yi volvió a tocar donde Yan Hang había señalado. Nunca se había enterado que tuviera un lunar allí.

Pero Yan Hang lo sabía.

Solo de pensarlo, se sentía increíble.

—Hagamos lo… mismo. —Se inclinó más cerca del oído de Yan Hang y susurró—. Consigamos un par de bra-brazaletes.

—¿Como esos? —Yan Hang miró al frente.

—Sí —respondió Chu Yi.

—Perro —Yan Hang el pasó el brazo sobre los hombros—. ¿Quieres usar el mismo que Zhou Chunyang? ¿O quieres usar el mismo que Li Lin?

—… Olvídalo —resopló Chu Yi—. Me-mejor usemos… termos de pareja.

—Ya veo —Yan Hang se rió durante mucho tiempo y suspiró—. Si no le grabas algo, no podrás distinguirlo de los demás.

—Bueno. —Chu Yi pensó un rato—. ¿Qué grabado?

—El tuyo será Perro de Hang Ge —dijo Yan Hang—. El mío será… recogedor oficial de popo.

«Bien »

Chu Yi asintió.


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Un comentario en “Moneda de la Suerte – Extra 4

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