Antídoto 32

 

Jiang Yuduo no le temía al frío. En un día nevado, hacía diez grados menos que hoy. Podía correr varios kilómetros con un abrigo ligero, pero no le gustaba esta clase de clima. Su aliento prácticamente se convertía en hielo.

Hoy, si alguien no le hubiera robado a Er Tu[1], no habría salido con este tiempo.

—Justo allá —Er Tu señaló a los varios edificios enfrente—. Corrieron en esa dirección, y allí es el único lugar donde podrían esconderse.

Jiang Yuduo se acomodó los lentes y miró hacia allá, estaba todo muy claro.

Chen Qing le dio este par de lentes. Los lentes amarillos supuestamente prevenían el resplandor al conducir de noche. Aunque Jiang Yuduo no podía conducir, Chen Qing creía que usarlos durante la noche podía mejorar la claridad de la visión.

—Además desvía el viento —dijo—. Es bueno.

Pero… Jiang Yuduo se alzó los lentes de nuevo y volvió a colocárselos. Después de comparar, sintió que eran un poco útiles y sí se veía más brillante.

—¿Dabin no vino aquí? —preguntó Chen Qing.

—En la intersección adelante —respondió alguien.

Cuatro o cinco personas habían robado a Er Tu. Ahora se estaban ocultando. Era de suponer que habría más gente. También ellos tuvieron que llamar a más gente. Pandilleros contra pandilleros. Sería una disputa callejera; pero la mayoría de ellos no podía pelear, principalmente dependían de su fuerza como grupo.

—Andando. —Jiang Yuduo avanzó hacia allí—. Si puede resolverse más rápido, que así sea.

—Bien —respondieron varios.

—¡Bien! —gritó Chen Qing, mientras alzaba su celular, un momento más lento que el resto.

Jiang Yuduo lo miró brevemente. —¿Tengo que equiparte con una cámara?

—No, el teléfono se ve bastante bien —dijo Chen Qing—. No entiendo las cámaras.

Jiang Yuduo suspiró.

Estos edificios estaban al borde del territorio de Jiang Yuduo. Tenían dibujadas marcas para ser demolidos. Muchos residentes ya se habían mudado. Después del anochecer, apenas había unas pocas luces encendidas en el segundo piso.

Había farolas en la calle, y varios pequeños supermercados, talleres de reparación de coches y tiendas de víveres aún abiertos.

Para Jiang Yuduo y el resto, no era difícil encontrar a los otros, después de todo, se entendían entre sí.

Dabin condujo a unas pocas personas desde la intersección, miró alrededor y atravesó un corredor estrecho. Era la entrada de un salón de billar en el segundo piso.

Había bastante gente en el billar a esta hora. Tan pronto empujaron la puerta, más de una docena de pares de ojos miraron hacia allí.

—El de amarillo —susurró Er Tu después de un vistazo.

Con la identificación de Er Tu, un grupo de ellos entraron.

Jiang Yuduo miró las caras de esta gente, y sus ojos se detuvieron en el rostro de una persona sentada junto a la pared.

No había visto a esta persona. Definitivamente no era de por allí. Un recién llegado o alguien que provenía de un lugar cercano. Lucía muy simple y honesto, como un sujeto sencillo, pero Jiang Yuduo lo notó al verle los ojos. Ese hombre era el jefe.

—Mi hermanito tuvo un accidente en el camino hoy. —Chen Qing abrió la boca, mirando al hombre vestido de amarillo—. Dejó caer algo, escuché que ¿este hermano lo recogió?

El de amarillo frunció el ceño. —¿Por qué no lo recuerdo?

—Es normal que no recuerdes esa clase de cosas —dijo Chen Qing—. Esa billetera no tenía mucho, solo el salario que le acababan de pagar. Mi hermanito es pobre. Perder su salario es algo grave…

—¿Dónde podríamos encontrarla nosotros? —dijo el sujeto de apariencia honesta—. No recogemos basura.

Esa frase era realmente inapropiada. Generalmente, los pandilleros de las calles se rehusaban a tener un conflicto tan directo. Está oración era casi como una provocación segura.

—No es apropiado lo que dijo este hermano —dijo Chen Qing—. Si realmente la encontramos, tendrás que cambiar de carrera, lo que no te beneficiará.

La atmósfera en el salón de billar repentinamente se volvió tensa, y una fogata podría iniciarse lanzando una cerilla entre ambos grupos.

Jiang Yuduo estaba un poco impaciente. No deseaba hablar con esta gente en un principio. Ahora que tenía una cita con Cheng Ke para comer barbacoa, estaba incluso más impaciente.

Sacó su celular y miró la hora. Cuando lo devolvió a su bolsillo, miró a la persona enfrente. —La billetera.

El de amarillo hizo una mueca burlona.

Jiang Yuduo se le acercó, con ese movimiento, toda la gente a su alrededor avanzó también.

Todos los que estaban sentados se levantaron, excepto por el jefe.

Los otros obviamente no seguían las reglas, y estaban rogando por problemas directamente. Cuando se movieron, los otros respondieron inmediatamente.

La persona más cercana a Jiang Yuduo levantó el taco de billar hasta su cara y lo echó atrás para golpear.

Jiang Yuduo estiró la mano para atraparlo antes que lo impactará, y entonces tiró hacia abajo, y el taco se deslizó de la mano del hombre.

Antes que pudiera retroceder, Jiang Yuduo ya había agitado el taco contra su oreja.

El sujeto cayó al suelo inmediatamente y se desmayó sin perder tiempo.

Unos cuantos que deseaban acercarse, se detuvieron.

Jiang Yuduo dejó caer el taco, miró alrededor y sus ojos cayeron sobre el de amarillo y repitió: —La billetera.

El de amarillo elevó las comisuras de los labios y bufó de nuevo. Esta vez no fue tan chulo como antes, pero sus movimientos fueron rápidos. Cuando saltó hacia Jiang Yuduo, Dabin, parado junto a él, no pudo detenerlo.

Jiang Yuduo frunció el ceño, se impulsó levemente apoyado en los hombros de Dabin y saltó para patear en el pecho al de amarillo.

El de amarillo salió volando, casi sin tocar el suelo.

Jiang Yuduo estaba muy irritado. No planeaba luchar uno por uno. Saltó directamente sobre la mesa y avanzó. La gente a su alrededor aún no se había movido. Se bajó de la mesa de un salto y se detuvo enfrente del sujeto de amarillo.

El sujeto estiró la mano dentro de su ropa.

Jiang Yuduo lo golpeó en la coronilla, le jaló el cabello hasta un lado de la mesa y mientras la mano del otro sacaba el cuchillo de la ropa, Jiang Yuduo le azotó la cara sobre la mesa.

El cuchillo cayó al suelo, y luego se le aflojaron las piernas y se arrodilló en el suelo y dejó de moverse.

—La billetera —dijo Jiang Yuduo.

El de amarillo luchó por pararse, apoyado en la pared, sacó una billetera y la lanzó enfrente de Chen Qing y Dabin.

Dabin la recogió y se la tendió a Er Tu.

Éste la abrió y miró el interior. —Está bien.

—Vamos. —Jiang Yuduo soltó el cabello del sujeto y éste se deslizó al piso.

El salón de billar estaba en silencio, y cuando Jiang Yuduo llegó a la puerta, Chen Qing se dio la vuelta y le dijo a la gente de la habitación: —Gracias por ayudar a mi hermanito a encontrar sus cosas.

De vuelta en la calle, Jiang Yuduo sacó su celular y miró la hora de nuevo. —Andando. Debes ser más listo en el futuro. Si no puedes vencerlo y no puedes correr, te van a robar.

—Gracias, San Ge —Er Tu sacudió su billetera—. Gracias, Dabin, vayamos por unos tragos.

Todos celebraron.

Jiang Yuduo no dijo nada y regresó con ellos.

—Mi San Ge me abrió los ojos hoy —alguien suspiró—. Esos malditos no nos necesitaban en absoluto. Pudo entrar a su territorio solo.

—Originalmente querían saber sobre las reglas, y no necesitaban que San Ge se las mostrara. —dijo Dabin—. En realidad, desafiaron a San Ge de uno en uno. Fueron honestos esta vez.

Jiang Yuduo permaneció en silencio, escuchándolos discutir emocionados mientras avanzaban contra el viento del norte.

Estas cosas emocionaban a esos dos idiotas. San Ge luchó con uno, luchó con dos, luchó con tres y cinco, luchó con un grupo… Realmente no había mucha gente que pudiera oponérsele en este territorio.

Pero él no quería que sucediera algo semejante. La razón por la que era capaz de hacerlo no era más que porque vivió en la oscuridad donde nunca vio la esperanza, desde que alcanzó la edad en que ya podía enfrentarse a otros matones y adultos.

Al aproximarse al localito donde usualmente bebían, Jiang Yuduo miró a Chen Qing.

Éste se le acercó.

—No voy con ustedes —dijo Jiang Yuduo en voz baja—. Tú ve con ellos, vigila que no beban mucho y causen problemas. Haz que todos vayan a casa después de beber.

—Mm. —Chen Qing asintió y preguntó bajito—. ¿A dónde vas? ¿A casa?

—Voy a reunirme con Cheng Ke —dijo Jiang Yuduo—. Me pidió que le comprara barbacoa.

—Entonces invítalo a venir —dijo Chen Qing—. Podemos comerla juntos… Oh, esta comida será pagada por Er Tu, no tú. Pero está bien, de todas formas, pídele que venga a comer.

—Carajo. —Jiang Yuduo suspiró—. ¿Necesita él esa barbacoa?

—Es verdad, es un joven amo. —Chen Qing suspiró, pensándolo—. ¿No dijiste recientemente que no lo verías?

Jiang Yuduo lo miró en silencio.

—Oh, él te buscó. —Chen Qing asintió—. Hablando de eso, aunque no es igual que nosotros, de verdad tiene una buena personalidad y no guarda rencor.

—Sí —respondió Jiang Yuduo.

 

Cuando llegó a la verja de la comunidad, sacó su celular y llamó a Cheng Ke. —Baja, llegaré de inmediato.

—¿Bajo? —Cheng Ke se asombró—. Puedes decirme a dónde ir.

—Que mierda —dijo Jiang Yuduo—. Estoy aquí.

—Muy bien. Bajaré.

Jiang Yuduo colgó el teléfono y miró alrededor de nuevo. Las luces en la comunidad eran bastante brillantes, iluminaban todos lados, todas las sombras se desvanecían.

Esta clase de luz permitía que se relajara un poco, así que no necesitaba mirar fijamente los lugares oscuros y estar alerta de las repentinas sombras que se movían.

Sin embargo, no había contactado a Cheng Ke durante mucho tiempo, ni había estado aquí. Ya no debería haber peligro.

Lo único que lo hacía sentir un poco intranquilo era que no comprendía por qué Cheng Ke repentinamente lo buscó.

Después de todo, habían tenido un conflicto grave.

Confiar en los amigos.

Si consideraba a Cheng Ke como amigo, tenía que confiar en él.

De hecho, cuando Cheng Ke lo contactó, se sintió más relajado que suspicaz.

Más que el peligro, le preocupaba más que su amigo desapareciera.

 

•••

Cuando Cheng Ke se bajó del elevador, vio a Jiang Yuduo parado fuera del corredor, con la espalda hacia un lado, fumando un cigarrillo.

Su sentimiento en ese momento fue un poco extraño, ya que tenía la ilusión de una reunión después de una larga ausencia.

Cuando se acercó, aligeró los pasos, no deseaba que Jiang Yuduo escuchara que estaba caminando demasiado rápido.

Sin embargo, después de unos pasos, Jiang Yuduo giró la cabeza en su dirección.

—…Que perspicaz —dijo Cheng Ke.

Cuando vio la cara de Jiang Yuduo, se impresionó.

Jiang Yuduo llevaba puestos unos lentes amarillos de vision nocturna, de la clase más común, y verlos en la cara de cualquiera haría que no le dirigiera una segunda mirada.

Pero en este momento, miró fijamente a Jiang Yuduo con ellos puestos, durante cinco segundos. Usualmente tenía un rostro ordinario y arrogante con poca afinidad, pero ahora lucía…

Bastante atractivo.

—Perspicaz y una mierda —dijo Jiang Yuduo—. El elevador pita muy fuerte, eres tan obtuso que no puedes oírlo.

—¿Qué dice el elevador? —Cheng Ke se asombró.

—¡Ding! El primer piso. —Jiang Yuduo afinó la voz—. Puedo escucharlo a diez metros de distancia.

—Oh. —Cheng Ke miró el elevado y se rio—. Lo escucho a diario, ya no lo noto.

—¿Barbacoa? — Jiang Yuduo se retiró el cigarrillo y lo miró.

—Lo que sea —respondió Cheng Ke—. Lo dije casualmente, cualquier cosa está bien.

—A esta hora solo hay barbacoa —Jiang Yuduo se alejó rumbo a la salida.

—¿Acabas…? —Cheng Ke lo siguió—. ¿Ya se terminó eso?

—Mm. —Jiang Yuduo giró la cabeza para mirarlo—. Que forma tan elegante de decirlo.

—¿La lucha terminó? — preguntó Cheng Ke de nuevo.

—Terminó. — Jiang Yuduo asintió.

—¿Saliste herido? —preguntó Cheng Ke de nuevo.

—No, eran un montón de pescaditos.

Después de eso, Cheng Ke no encontró un tema para hablar, y caminó al lado de Jiang Yuduo en silencio. Hasta que salieron de la comunidad, ninguno habló.

Solo entonces Cheng Ke sintióque no eran tan cercanos como había imaginado. No se vieron durante un mes, así que no sabían cómo empezar a comunicarse.

Y era realmente difícil encontrar un tema. Chen Qing decía que no todos eran iguales. En este momento, parecía que tenía la mente vacía, así que se forzó a hablar. Supuso que sólo podía preguntar dónde iban a comer.

—¿Quieres caminar o abordar un taxi? —Jiang Yuduo se detuvo y le preguntó.

—¿Qué tan lejos está? —preguntó Cheng Ke.

—Está muy cerca —dijo Jiang Yuduo—, pero ¿que no abordas taxi si pasa de los 300 metros?

—… No —dijo Cheng Ke.

—Entones caminemos, está justo al lado del mercado. —Jiang Yuduo señaló.

—Mm. —Cheng Ke asintió.

Después de caminar un rato, Jiang Yuduo giró la cabeza para mirarlo. —¿Como está tu ojo?

—Mi ojo está bien, no me los golpeaste. —Cheng Ke se tocó la comisura del ojo—. ¿Como está tu mano?

—Mejorando. —Jiang Yuduo sonrió—. Ya no duele.

—Bien. —Cheng Ke sonrió.

—Yo… —Jiang Yuduo se aclaró la garganta—. Tuve una pesadilla ese día. Estaba demasiado tenso, así que… Te confundí con otra persona.

—Oh. —Cheng Ke Asintió, pensándolo. No pudo evitar preguntar—. ¿Con quién me confundiste?

—Chu Renmei[2] —Cheng Ke se asombró durante un momento, sonrió y no dijo nada.

Estaba un poco sorprendido. Jiang Yuduo había mencionado a «ellos» más de una vez. Aunque se rehusaba a entrar en detalles, no evitaba el tema. Creyó qué respondería «ellos» esta vez.

Jiang Yuduo los evitaba a «ellos».

 

Había muchos locales de barbacoa junto al mercado. En este clima, sólo los restaurantes de barbacoa estaban abiertos a esta hora.

El calor, el aroma a carne asada, el comino y el chile en polvo en el aire, y el ruido que llegaba a sus oídos, hizo que Cheng Ke se sintiera cómodo al levantar la cortina de algodón.

—¿Por qué no fuimos al lugar de antes? —preguntó

—Chen Qing, Dabin y los otros están comiendo allí —replicó Jiang Yuduo—. Si entramos, debemos sentarnos con ellos.

—¿Eh? —Cheng Ke no entendía.

—Sentarse ante una mesa con un montón de matones, que están particularmente emocionados después de una pelea, y comiendo barbacoa —dijo Jiang Yuduo—. ¿Podrías soportarlo?

Cheng Ke reflexionó sobre ese escenario durante un momento y definitivamente antes no habría podido soportarlo.

Pero ahora… No le parecía particularmente insoportable.

Jiang Yuduo ordenó un montón de brochetas de carne, toda clase de carnes y básicamente ordenó todo en el menú.

Cheng Ke no añadió nada, solo algunos vegetales.

Después que se sentaron, el mesero trajo el licor, cuatro botellas chicas de un fuerte licor de sorgo.

Cheng Ke vaciló mirando el licor. —¿Beberás… Tres botellas?

—Si no te atreves a beber —Jiang Yuduo suspiró—, puedo beberme las cuatro botellas.

—Muy bien. —Cheng Ke sonrió, sujetó dos botellas y se las colocó enfrente.

—No te preocupes, si no aguantas, te cargaré en mi espalda de regreso. —Jiang Yuduo encendió un cigarrillo

No sabía por qué, esa oración hizo que Cheng Ke se sintiera un poquito emocionado.

—Me temo que no podrías cargarme. —Miró a Jiang Yuduo.

No había cambiado mucho… Por supuesto, era imposible cambiar en solo un mes, pero, aun así, sentía algo diferente cuando miraba la cara de Jiang Yuduo.

Pero esa clase de diferencia no tenía nada que ver con Jiang Yuduo, provenía de éI mismo.

Ahora miraba a Jiang Yuduo y se sentía diferente de antes.

—Antes de venir a verte. —Jiang Yuduo sacó su celular y presionó la pantalla—, miré tu círculo de amigos.

—¿Eh? —Cheng Ke lo miró.

—No hay ni una mierda —dijo Jiang Yuduo—. Creí que habría videos de arte con arena o algo.

—Cierto. —Cheng Ke recordó algo y sacó su celular—. Xu Ding editó el video de ti en la presentación ese día—. ¿Quieres echarle un vistazo?

—No quiero —dijo Jiang Yuduo inmediatamente—. ¿No es estúpido? No lo veré.

El video era bastante corto, apenas diez segundos. La lente enfocaba de izquierda a derecha. Jiang Yuduo estaba parado allí en medio, así que la lente lo captó.

Era un poco tonto, pero su mirada sería y devota lucía un poco… Linda.

—Te lo enviaré. —Cheng Ke compartió el video.

—¡No lo veré! —dijo Jiang Yuduo con el ceño fruncido, pero después que el teléfono timbró, bajó la cabeza y presionó dos veces, miró la pantalla y levantó la cabeza después de un momento—. Joder, estoy muy bien. Soy muy atractivo.

—… Ah. —Cheng Ke no pudo evitar reírse—. Sí.

—Usualmente a Chen Qing también le gusta hacer videitos. —Jiang Yuduo miró la pantalla de nuevo—. Agarra su teléfono para grabarme. Cada vez que me toma una fotografía, me siento como un trabajador de los muelles. Parece que todo depende del equipo.

—También depende de la persona. —Cheng Ke vaciló un momento y levantó el teléfono para enfocar a Jiang Yuduo.

—¿Quieres tomarme una foto? —Jiang Yuduo lo miró.

—Bueno, ¿puedo tomarla? —Cheng Ke lo miró a través de la cámara.

—¿Qué vas a tomar? No soy una celebridad —dijo Jiang Yuduo.

—Eres San Ge —Cheng Ke hizo clic en la pantalla, hizo un acercamiento a la cara de Jiang Yuduo y presionó—. Eso es ser una celebridad.

El mesero trajo una larga bandeja de brochetas y la colocó entre ellos.

Repentinamente el lente se le empañó.

—Come. —Jiang Yuduo levantó un brocheta de carne—. Toma otra foto después.

—Sí. —replicó Cheng Ke. Cuando quiso detenerse, vio las clavículas de Jiang Yuduo en la pantalla. No puedo evitar presionar y tomar unas cuantas fotos de las clavículas.

Jiang Yuduo lo miró fijamente, después de dar un mordisco a la carne. —¿Qué estás enfocando?

Cheng Ke no habló, sonrió y devolvió el teléfono a su bolsillo.

—¿Donde enfocas te? —Jiang Yuduo agachó la cabeza y se miró, su mirada fue directamente abajo. Repentinamente levantó la cabeza y lo miró fijamente—. Jodido…

—¡Cállate! —Cheng Ke lo interrumpió—. ¡Tú eres el jodido! ¿A dónde estabas mirando? Te miraste los pantalones. ¿Me viste enfocarte la entrepierna?

—Me pareció que estabas descendiendo. Como sea. —Jiang Yuduo suspiró y continuó comiendo carne—. Ey, ¿vas a aprovechar esa filmación para usarla esta noche…?

A mitad de la frase, se calló y miró a Cheng Ke, luego dio otro mordisco a la carne.

—Para nada. —Cheng Ke suspiró—. Si realmente quisiera hacer algo por la noche, tan solo con ver tu vídeo comiendo barbacoa, se me pondrá flácido.

—Joder —dijo Jiang Yuduo—. Puedes hablar de eso y todavía tienes el descaro de quejarte que mi nombre sea Grandote.

—… Las dos cosas son de naturaleza diferente —dijo Cheng Ke.

—Como sea que lo pienses, Grandote gana —dijo Jiang Yuduo.

—Sí, ¿y qué pasa con Cosita? —Cheng Ke agarró un montón de puerros.

Jiang Yuduo se río, no hablo y cogió una botella de licor y la agitó frente a él.

Cheng Ke levantó una botella, la abrió y chocó botellas con Jiang Yuduo, luego tomó un sorbo con la cabeza alzada.

Ya no volvieron a hablar. Cheng Ke estaba algo hambriento. Comió muy agradablemente, intercalando un bocado de carne y licor. Aunque insistió en utilizar platos y tazones todo este mes, solo comió fideos instantáneos y comida para llevar, que era bastante miserable. Sí, la barbacoa y Jiang Yuduo enfrente de él en este momento, eran particularmente placenteros.

Cogió otro trozo de carne que lucía como tripa y le dio un mordisco, estaba crujiente.

—¿Qué es esto? ¿Tripas? —Dio otro mordisco—. ¿Por qué está un poco crujiente?

—¿No lo habías comido antes? —Jiang Yuduo lo miró.

—No. —Cheng Ke vaciló—. ¿Son gusanos?»

—No —dijo Jiang Yuduo—. Algunos locales que no son auténticos pueden utilizar gusanos u otras cosas para sustituirlos. Este no. Tienen poca cantidad. Si llego más tarde, no puedo comerlos.

—… ¿Qué es lo que sustituyen con gusanos? —preguntó Cheng Ke.

Jiang Yuduo lo miró, y después de un momento estiró la mano para quitarle la mitad de las «tripas» en su mano. —Puedes comer algo más. No lo pedí para ti.

—¿Qué carajos es? —Cheng Ke se puso nervioso.

Jiang Yuduo lo apartó a un lado. —Te lo advertí, no me regañes.

—Ah. —Cheng Ke subconscientemente se inclinó hacia él, mirándolo de frente.

—Pito —dijo Jiang Yuduo.

Cheng Ke se asombró.

—De cerdo —dijo Jiang Yuduo de nuevo—. Son pitos de cerdo.

—… ¿Eh? —Cheng Ke tardó un largo rato en recuperarse, y lentamente se reclinó en la silla—. Joder.

Jiang Yuduo se comió el pito de cerdo de un mordisco y repentinamente se río tras observarlo un rato. —Ey, joven amo.

—¿Eh? —Cheng Ke lo miró.

—Esa expresión de conmoción es graciosa —dijo Jiang Yuduo—. Te pareces un poco al vecino de tres años y medio.

•••

[1] 二秃 Er Tu es literalmente “Calvo Segundo”

[2] Chu Renmei es el nombre del fantasma de la película de terror que vieron.


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2 comentarios en “Antídoto 32

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