Antídoto 28

Cheng Ke no recordaba cuando fue la primera vez que Vio Un Fantasma Maléfico. Pero era muy joven. Él y Cheng Yi invitaron a sus compañeros a la casa y la vieron todos juntos.

Esa vez, todos estaban tremendamente asustados y las chicas ni siquiera se atrevieron a gritar.

Aparte de la película de terror, otra impresión que se le quedó a Cheng Ke fue que Cheng Yi permaneció calmado todo el tiempo, sin un rastro de miedo en el rostro, e incluso cuando vio al grupo asustado, él no pudo evitar reírse.

Cheng Ke no sabía por qué había mantenido este filme persistentemente durante tantos años, y si la veía de vez en cuando por la burla de Cheng Yi de entonces, además del horror impresionante.

Siempre tenía la impresión que, subconscientemente, le importaban las varias burlas de Cheng Yi, y sin importar a quien ridiculizara, la falta de sensibilidad que podía percibir en su hermano lo afectaba.

Cuando notaba ese estado mental tan desagradable, era difícil controlarlo.

Tal vez quería probar que, si algún día ya no le asustaba ver la película, ¿podría librarse de las burlas de Cheng Yi?

Sin embargo, de todos sus miedos, solo en esto se asustaba cada vez que la veía.

Los miedos en la niñez eran miedos reales.

Al pensarlo, Cheng Ke no pudo evitar mirar a Jiang Yuduo.

Jiang Yuduo tenía algo a qué temer. Aunque nunca se enteraba de quiénes eran “ellos”, si eran humanos, la nada, o algo más, el miedo tras la apariencia arrogante de Jiang Yuduo era real. Su experiencia de la niñez estaba relacionada a ese miedo.

Y ¿en qué consistía?… no lo sabía.

«Cachorro. »

«Otros perritos»

«¿Quién llamaría perro a un niño?»

Cheng Ke no quería preocuparse por muchas cosas. Jiang Yuduo era el que pensaba demasiado. En este momento, él también se sentía muy agitado y cansado de pensar.

Con las demás personas, incluso si eran “amigos” no podías ir demasiado lejos.

Sería agotador.

Y la relación no dura mucho cuando te agotas.

—¿No había unos cuantos cojines en el sofá? —Jiang Yuduo miró fijamente el proyector, con mirada intensa.

—Siempre me acuesto aquí, así que los guardé —dijo Cheng Ke—. ¿Los quieres?

—Tráelos. —Jiang Yuduo seguía mirando la proyección—. No me asusto tanto si abrazo algo, y no puedo abrazarte a ti, ya estoy grande.

Cheng Ke se levantó y entró al dormitorio. Cuando abrió la puerta del armario para sacar el cojín, Jiang Yuduo gritó de nuevo desde la estancia: —¡Apresúrate!

Cheng Ke sacó un cojín, vaciló y sacó otro.

En caso que él también quisiera abrazar algo.

 

Cada uno estaba sentado en el sofá, con un cojín entre los brazos, mirando una antigua película de terror. A Cheng Ke le pareció gracioso por alguna razón.

Originalmente pensaba que, si dos personas la veían juntos, tal vez no tendría tanto miedo. Como resultado, se topó con Jiang Yuduo, que lucía feroz, pero tenía más miedo a las películas de terror que él. Sin embargo, era diferente. Si él tenía miedo, apartaba la vista y solo veía de reojo hasta que pasaba la escena de terror. Jiang Yuduo continuaba mirando la imagen, incluso con los ojos muy abiertos.

No sabía por qué.

Como las luces estaban apagadas y estaba nevando afuera, toda la casa estaba oscura, excepto por la pantalla de proyección. Así que había una atmósfera especial.

Al principio, Cheng Ke se sintió bien. Aunque Jiang Yuduo dijo que estaba asustado, permaneció sentado y no se movió ni hizo sonidos extraños.

Cheng Ke podía soportarlo porque recordaba la trama.

No fue hasta que la amiga del protagonista fue al baño en el bar y el fantasma de cabello largo apareció pegada a su hombro, que Cheng Ke empezó a sentir miedo.

Por esa escena, siempre miraba alrededor cuando entraba al baño en un bar.

—Maldición —maldijo Jiang Yuduo bajito, junto a él.

Cheng Ke se sentía asustado y necesitaba tomar agua. Dejó el cojín y estaba a punto de levantarse. Jiang Yuduo le sujetó el brazo. —¿A dónde vas?

—A servirme un vaso con agua —dijo Cheng Ke.

—A mí también. —Jiang Yuduo asintió—. Tengo sed.

—Bueno. —Cheng Ke se levantó y entró en la cocina, cuando encendió la luz, no se atrevió a mirar el interruptor. Siempre temía ver la otra mano.

Después de servir un vaso con agua y bebérselo rápidamente, sirvió otro y corrió de vuelta a la estancia.

Jiang Yuduo aceptó el vaso, tomó dos sorbos y se limpió la boca.

—Joder, justo cuando entraste en la cocina, me quedé mirando a tu espalda, por miedo de que alguien te tocara el hombro.

—¡Cállate! —Cheng Ke repentinamente sintió un escalofrío en la espalda y rápidamente se aplastó en el sofá. Solo cuando tuvo la espalda apoyada contra el respaldo, se sintió más seguro.

—Habrá unas escenas horribles a continuación. Por favor recuérdame qué pasa —dijo Jiang Yuduo—. Es mejor escuchar un spoiler antes.

—Oh —respondió Cheng Ke.

Para explicárselo a Jiang Yuduo, tenía que prestar atención a la cinta.

—Toda la gente de la aldea está muerta —susurró Cheng Ke—. La gente de allí son fantasmas.

—Bien —susurró Jiang Yuduo—, ¿está saliendo el fantasma?

—¡Allí está! —Cheng Ke se giró rápidamente.

Cuando el fantasma apareció detrás de los cadáveres, Jiang Yuduo apretó los dientes y lo regañó. —¡Carajo! Me asustaste. ¿No es ese un hombre?

—Los aldeanos fueron asesinados por ellos —dijo Cheng Ke.

—Oh.

Para poder advertir a Jiang Yuduo de antemano, Cheng Ke tenía que enfocar su atención en las escenas extrañas del progreso de la trama. Tal vez como su atención estaba dividida, descubrió que no estaba tan asustado como antes.

—¡Baño! —dijo Cheng Ke.

—¿Qué hay con el baño…? —Jiang Yuduo no había terminado de preguntar, cuando apareció cabello en el baño y se apretujó contra Cheng Ke—. ¡Carajo!

Cheng Ke estaba bastante calmado al principio, pero cuando lo apretó, repentinamente recuperó la sensación de miedo que había sentido antes y también se apretujó contra Jiang Yuduo.

Los dos se apretujaron en el sofá, mirando juntos hacia el proyector.

—Quiero preguntarte. —Cheng Ke cambió el tema para tranquilizar la tensión—. ¿Por qué si estás tan asustado, continúas mirando fijamente?

—¿Eh? —Jiang Yuduo lo miró de soslayo y rápidamente volvió a mirar el proyector—. Dicen que cuanto más asustado estés, más tienes que mirar.

Cheng Ke no dijo nada.

La respuesta de Jiang Yuduo inexplicablemente agravó su miedo.

Sin embargo, como deseaba continuar advirtiendo a Jiang Yuduo de las escenas de miedo, sus emociones se calmaron lentamente. Hasta el final, cuando Gigi Lai se convirtió enfrente de Wu Zhenyu, no fue tan aterrador, tal vez porque su aviso no fue tan de antemano. Aun así, Jiang Yuduo se asustó.

—¡Joder! —rugió y apretó el brazo de Cheng Ke.

Lo más aterrador al ver una película de terror es que alguien te sujete de repente.

Cheng Ke gritó ante la conmoción, y su mano también sujetó el brazo de Jiang Yuduo.

Los dos se rodearon con los brazos como si estuvieran a punto de bailar, hasta que desapareció la cara en la proyección.

Después de escuchar la frase “Realmente la amas” —Cheng Ke soltó a Jiang Yuduo y se reclinó contra el sofá.

—…Maldición. —Jiang Yuduo también se recostó en el sofá—. El final es lo menos aterrador. Ya imaginas lo que va a suceder. Los efectos especiales son de hace 30 años.

—Sí —dijo Cheng Ke—. Entonces, ¿te asustaste mucho?

—No lo sé. —Jiang Yuduo agitó la mano—. Apresúrate, ya acabó.

Cheng Ke sonrió, apagó el video y cambió a un canal de televisión en el proyector, volvió a levantarse y encendió la luz de la estancia. Repentinamente, se relajó completamente.

—¿Quieres beber agua? —preguntó Cheng Ke mientras recogía el vaso.

—…¿Serás poseído si bebes agua? —preguntó Jiang Yuduo.

—¿Puedes no decir esas cosas? —Cheng Ke se giró a mirarlo.

Jiang Yuduo se rio. —Beberé agua.

Cuando Cheng Ke entró en la cocina para servir el agua, no pudo evitar mirar alrededor. Corrió de vuelta a la estancia con el vaso lleno de agua. Cuando Jiang Yuduo estiró la mano para agarrar el vaso, Cheng Ke se detuvo y empezó a beberse el agua.

—Joder. —Jiang Yuduo lo miró con el brazo levantado.

—Espera un minuto. —Cheng Ke se terminó el agua y corrió de vuelta a la cocina, rápidamente llenó el vaso a la mitad y corrió de vuelta a la estancia.

—Vaya —Jiang Yuduo se levantó—. No estás menos asustado que yo, ¿cuántas veces la has visto y aún te asusta tanto?

—El objetivo de una película de terror es asustarte —dijo Cheng Ke—. Pero solo uno mismo puede asustarse.

Jiang Yuduo se había dirigido a la puerta de la cocina y se detuvo cuando escuchó sus palabras, y volteó a mirarlo. —¿De verdad?

—Bueno, la mayoría de las cosas a las que les tememos provienen… —Cheng Ke se señaló la cabeza—, de aquí dentro.

—¿Lo has experimentado? ¿Es miedo imaginario? —preguntó Jiang Yuduo.

—Cuanto más aterradora la experiencia, más la revives —dijo Cheng Ke con una sonrisa—. Como sea, eso pienso yo, solo lo digo por decirlo.

Jiang Yuduo no habló, se dio la vuelta y entró en la cocina.

No sabía si quería demostrar que era más valiente, porque insistió en beberse el agua en la cocina, antes de salir.

—Veamos el inspirador canal Central 7 durante un rato. —Cheng Ke cambió el canal con el control remoto—. Y vamos a dormir después de verlo.

—¿No es un canal de agricultura? —Jiang Yuduo lo miró—, ¿qué hay de inspirador?

—Agricultura y el ejército. —Cheng Ke señaló la pantalla—. Como yo lo veo, la vida militar es muy inspiradora. Después de ver una película de fantasmas, tienes que ver un poco de la presión de hombres masculinos.

 

—…Oh. —Jiang Yuduo lo imitó en mirar la pantalla, luego lo miró a él de nuevo.

Cheng Ke sintió que Jiang Yuduo no se había movido por un rato, así que levantó los ojos para mirarlo y descubrió que la cara de Jiang Yuduo era muy expresiva.

Repentinamente lo comprendió y suspiró. —Veo esta clase de programas sin pensar en esas cosas. No seas tan desvergonzado.

—Creo que es igual a ver un certamen de belleza. —Jiang Yuduo se sentó—. Esas cosas están omnipresentes en mi mente.

—Ese eres tú. —Cheng Ke suspiró y se sintió un poco sorprendido después de pensarlo—. ¿Sabes lo que significa omnipresente? Creí que nunca habías ido a la escuela.

—No fui. —Jiang Yuduo encendió un cigarrillo—, pero… de todas formas puedo leer un montón de palabras.

—Eso está muy bien. Yo tenía libros para leer. Me encantaba leer cuando era joven. —Cheng Ke respiró de alivio. Si Jiang Yuduo podía leer cuando era niño, entonces su infancia no podía ser tan mala.

—Yo era diferente de ti —dijo Jiang Yuduo.

—¿Cómo? —preguntó Cheng Ke.

—A mí me golpeaban cuando leía —dijo Jiang Yuduo.

Cheng Ke se quedó en silencio.

Después de decir eso, Jiang Yuduo continuó mirando la televisión y dejó de hablar, ni siquiera miró en dirección a Cheng Ke.

Cheng Ke también estuvo forzado a mirar los ejercicios militares tan seriamente, al no estar familiarizado con este estado de no tener nada que decir.

Después de los anuncios, empezó el siguiente programa; reporte a la Madre Patria. Jiang Yuduo bostezó. Cheng Ke pareció contagiarse y también bostezó.

—Tengo sueño. —Jiang Yuduo se frotó los ojos.

—¿Vas a bañarte? —preguntó Cheng Ke—. Te traeré una toalla.

Jiang Yuduo vaciló y luego asintió. —Bien.

Cheng Ke sintió que su pregunta parecía un poco inapropiada, como si sintiera que Jiang Yuduo estaba sucio y tenía que bañarse antes de meterse a su cama, así que añadió: —Si no quieres bañarte, está bien.

Pero parecía más obvio después de decirlo.

Afortunadamente, Jiang Yuduo no percibió nada. —Me bañaré, es cómodo dormir después de lavarse.

Cheng Ke le encontró un conjunto de pijama y ropa interior nueva, una toalla nueva y un cepillo de dientes.

—Todo el conjunto. —Jiang Yuduo suspiró—. No es así en mi casa, solo hay una cosa.

—Compré un montón —dijo Cheng Ke.

No sabía cómo Jiang Yuduo tomaría un baño con la herida en su mano. Después de tardarse tanto en el baño, Cheng Ke casi se había quedado dormido sentado en el sofá cuando al fin salió.

—Creí que ibas a continuar bañándote hasta mañana. —Cheng Ke se levantó.

—Mientras estaba parado enjuagándome. —Jiang Yuduo se aclaró la garganta, un poco avergonzado—, me quedé dormido accidentalmente.

Cheng Ke se asombró. —¿Eres un caballo? ¿Puedes quedarte dormido parado?

—Mm. —Jiang Yuduo asintió—. ¿Cómo podría aguantar si no duermo un ratito en medio del día y la noche?

Cheng Ke no entendió lo que quería decir, y cuando quiso preguntar de nuevo, Jiang Yuduo ya había entrado al dormitorio y dejó de moverse cuando se acostó en la cama.

Era muy consecuente, y se durmió inmediatamente sobre la cama, sin ninguna pretensión.

Cheng Ke entró en el baño y cuando abrió el chorro para enjuagarse, sujetó la pared con la mano e intentó comprobar si podía dormirse parado.

Pero no tuvo éxito.

No sabía qué clase de habilidad mágica era esa, y en qué estado podía entrenarse.

Cuando salió del baño, Cheng Ke miró el dormitorio. Jiang Yuduo no cerró la puerta. Podía ver que estaba acostado sobre la cama en la misma posición que antes, sin meterse bajo la manta.

Cheng Ke entró en el dormitorio, agarró una manta y se acostó en el sofá.

Estaba muy adormilado, la clase de adormilamiento que se sentía al cerrar los ojos, así que incluso si las luces estaban apagadas y tenía los ojos cerrados, y el fantasma de una mujer vestida de azul apareció inmediatamente en sus párpados, pudo dormirse durante unos segundos sin miedo.

Sin embargo, la consecuencia de quedarse dormido de inmediato era probablemente que todo el contenido que no había tenido tiempo de asustarlo apareció en su sueño.

Y como se trataba de un sueño, se convirtió en extremadamente real, a tercera dimensión, con efectos de sonido e imagen reales.

Al final, cuando Cheng Ke se despertó, aún pudo escucharse jadeando y resollando, sin idea de qué hacer.

Estaba un poco brillante afuera, así que Cheng Ke tocó el teléfono y le echó un vistazo. Eran las seis de la mañana.

¿Había tenido una pesadilla durante toda la noche?

Tenía mucha sed.

Se sentó, cogió el vaso sobre la mesita cafetera y entró en la cocina. Después de servirse agua y bebérsela, se sintió más cómodo.

Cuando regresó a la estancia, miró hacia el dormitorio y se quedó impactado.

No había nadie en la cama.

—¿San Ge? —dijo—. ¿Jiang Yuduo? ¿Ya te levantaste?

Nadie respondió.

¿Se marchó?

Cheng Ke caminó al dormitorio, ¿estaba en el balcón?

Entró al dormitorio y abrió las cortinas. A través de los ventanales de piso a techo, pudo ver que no había nadie en el balcón.

—¿Qué carajo? —Estaba un poco confundido, listo para regresar a la estancia para llamar a Jiang Yuduo.

Tan pronto se dio la vuelta, repentinamente vio a una persona entre el armario y la pared.

Lo conmocionó tanto que dio dos pasos atrás antes de detenerse, y el latido de su corazón era muy ruidoso.

Afortunadamente, inmediatamente se dio cuenta que era Jiang Yuduo.

—¿Por qué estás allí? —preguntó Cheng Ke—. Me asustaste.

Jiang Yuduo no habló, pero levantó la cabeza lentamente.

La puerta no estaba abierta, así que Cheng Ke no podía ver la expresión en su rostro, solo sintió que algo estaba mal; lo que le recordó la mirada en los ojos de Jiang Yuduo cuando lo empujó contra la manta antes.

—¿Estás despierto? —preguntó Cheng Ke de nuevo, acercándose al costado de la cama. Había dos interruptores de luz en la habitación, uno junto a la puerta y otro junto a la cama.

Jiang Yuduo siguió sin decir nada.

Eso hizo que Cheng Ke se sintiera intranquilo, y dio dos pasos para acercarse a encender la luz.

Pero cuando pasó al lado de Jiang Yuduo, éste se levantó repentinamente.

Cheng Ke levantó el brazo por reflejo y maldijo ferozmente en su corazón ante el puñetazo que Jiang Yuduo le lanzó a la cara.

Pero no pudo maldecir, porque Jiang Yuduo inmediatamente continuó con otro puñetazo.

Esta vez contra su estómago.

El brazo de Cheng Ke bajó inmediatamente y presionó la muñeca de Jiang Yuduo a un lado, el puño solo le rozó la cintura.

—¡Jiang Yuduo! —rugió Cheng Ke, agradecía haber estado despierto unos minutos, de otra forma definitivamente no habría podido escaparse del puñetazo.

Jiang Yuduo no se detuvo, sino que inmediatamente se lanzó al frente, empujándolo contra la cama y asestándole en la cara un puñetazo.

Como le estaba presionando los hombros y no podía moverse, no tuvo tiempo de levantar los brazos, así que recibió el fuerte puñetazo en la mejilla.

Fue tan potente que vio estrellas brillando frente a sus ojos.

La fuerza del golpe de Jiang Yuduo lo hizo sentir horrorizado, 10 000 veces más asustado que por la película Un Fantasma Maléfico, porque claramente podía sentir en ese golpe, que Jiang Yuduo iba en serio.

Jiang Yuduo iba a darle una paliza.

—¡Jiang Yuduo! ¡Maldito! —Cheng Ke levantó la voz y gritó de nuevo, pasando los brazos por su estómago y empujando violentamente los brazos de Jiang Yuduo a los lados—. ¡Estás sonámbulo!

Era la única explicación que podía pensar en este momento.

Sonambulismo.

De otra forma, no podía comprender por qué Jiang Yuduo se comportaría así de repente.

Jiang Yuduo, que había perdido el soporte de sus brazos, cayó encima de él. Cuando estaba a punto de apartarlo, un dolor lacerante le explotó en el hombro.

El dolor lo dejo incapaz de gritar siquiera.

Jiang Yuduo lo mordió en el hombro, luego le dio un puñetazo bajo las costillas.

En este momento, el único pensamiento que llegó a la mente de Cheng Ke: «La mente de Jiang Yuduo es definitivamente problemática.»

Apretó los dientes, se calmó, sujetó la muñeca de Jiang Yuduo y la retorció con violencia.

Con ese giro, utilizó toda su fuerza y una persona normal se retorcería de dolor inmediatamente.

Pero Jiang Yuduo no pareció sentirlo, le presionó el hombro de nuevo con la otra mano y no se relajó.

Cheng Ke sintió que, en el siguiente segundo, su mano se movería a su cuello, así que le apretó la mano y continuó retorciéndola.

Un segundo después, Cheng Ke escuchó un crujido.

Jiang Yuduo perdió el balance y cayó. Cheng Ke aprovechó la oportunidad para girarse y presionar las rodillas contra el estómago de Jiang Yuduo.

Pero el colchón era demasiado suave y su pierna de apoyo tembló.

Si Jiang Yuduo contraatacaba en ese momento, saldría volando de la cama y caería al piso. Con la fuerza de Jiang Yuduo, si eso sucedía, básicamente no tendría oportunidad de ganar.

«Amitabha

Cheng Ke no sabía qué tenía en mente en ese momento, para que no pensara una medida de prevención sino esa frase inútil.

Pero no se vio lanzado de la cama, la mano ya levantada de Jiang Yuduo repentinamente se detuvo en el aire y se azotó contra el colchón.

Cheng Ke ni siquiera pudo pensarlo. Tiró de la manta y la pegó al cuerpo de Jiang Yuduo, y lo hizo rodar 360 grados, envolviéndolo. Jiang Yuduo estaba atrapado en la tela.

En esa postura, no tenía mucha fuerza.

—¡Estás despierto? —Cheng Ke presionó las rodillas contra su estómago y las manos contra el cuello.

Jiang Yuduo lo miró. La luz que provenía de la ventana finalmente le permitió ver su rostro.

No sabía qué expresión tenía antes, pero ahora Jiang Yuduo lo miraba con tristeza en los ojos.

—¡Jiang Yuduo! —gritó Cheng Ke de nuevo.

Jiang Yuduo no hizo sonido, solo cerró los ojos.

Si estaba enloquecido antes, ahora Cheng Ke podía percibir que estaba cuerdo.

—Puede que tu muñeca esté dislocada —dijo Cheng Ke—. No la muevas.

Jiang Yuduo tenía los ojos cerrados, ni habló ni se movió.

Cheng Ke lo soltó precavidamente y se alejó de la cama.

Después de mirar fijamente a Jiang Yuduo, que estaba inmóvil, encendió la luz.

Había cierto reflejo de humedad en las esquinas de los ojos de Jiang Yuduo.

Cheng Ke lo miró fijamente, se acercó a la cama y cogió su celular. —Llamaré a Chen Qing.

Jiang Yuduo permaneció en silencio.

Cheng Ke encontró el número de Chen Qing y marcó.

—¿San Ge? —Chen Qing respondió rápidamente el teléfono.

—Soy Cheng Ke —Cheng Ke miró a Jiang Yuduo—. Ven a mi casa inmediatamente, Jiang Yuduo…

—¿Qué le pasa? —preguntó Chen Qing de inmediato—. ¿Está mareado?

—No —Cheng Ke no sabía qué decir, Jiang Yuduo seguía tendido allí, nada parecía bien… así que eligió un término más neutral—. Tuve una pelea con él.

—¿Te golpeó? —preguntó Chen Qing.

Cheng Ke se asombró.

—Te confundió con otra persona… no se ha confundido con otra persona en varios años —dijo Chen Qing con preocupación en la voz—. Iré inmediatamente.

 

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